jueves, 23 de marzo de 2017

Atonía

La verdad es que antes de publicar una entrada semanal, pienso e indago acerca del tema del que voy a hablar, me considero una persona a la que no le gusta hablar sin saber. Por eso mismo esta semana he decido hablar sobre la falta de energía y voluntad para reaccionar tanto física como moralmente ante una situación en concreto y las consecuencias que esto trae. Y es que me sorprendió que en una sola palabra o en seis letras pudiera resumirse en parte lo que llevo sintiendo desde años atrás.
Muchas veces (y perdonad si me da por generalizar) nos cuesta mucho encontrar un solo motivo para levantarnos, otros incluso se quedan en el intento y desisten, otros le echan cara y siguen adelante y otros simplemente nos encerramos en nuestros lastres y no nos damos cuenta del daño que hacemos a la gente que nos rodea cuando nos aferramos solo a lo malo. Cuando la gente que nos aprecia nos chillan las cosas bonitas que tiene la vida y simplemente nos limitamos a mirar a otro lado y a seguir encerrados en nuestro pensamiento, o en nuestra zona de confort.
La atonía se define como falta de pasión por hacer las cosas, como sinónimo de desinterés, aunque en verdad la realidad esté ahí y no queramos verla, porque la falta de interés por hacer cosas que antes nos apasionaban (como por ejemplo ir a algún evento social) nos nuble la vista.
Frecuentemente me cuestiono a mí misma porque las penas nos pesan más que las alegrías, o porque solemos ver lo malo de las cosas y mi respuesta siempre suele ser la misma, y es que veo la realidad con los ojos que me habéis hecho verla.
Y es que yo no sé vosotros, pero a mí el hecho de vivir en un mundo donde algo tan cotidiano como poner el telediario me provoque un verdadero deshuace mental y ver que todo lo que pasa en el mundo y a mi alrededor son desgracias me hace no ver más allá de lo negativo y enfadarme con el mundo y en parte conmigo misma por no poder cambiarlo. El ser humano es egoísta por naturaleza, nadie va a mirar por nadie y nadie te va a dar nada, es más, si pueden te van a quitar, y es que nadie está dispuesto a poner su granito de arena para cambiarlo, porque es lo que nos han inculcado, formar parte del rebaño y dejarnos llevar por la sociedad.
Todos estos pensamientos y comportamientos sociales lo que provocan en mí es que cada día muestre más desinterés por todo lo que me rodea, aunque por suerte encuentre el norte que me hacéis perder en las palabras de mi madre.
                                            

                                                                      Ni lo entendéis ni quiero que lo entendáis.

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